lunes, 28 de marzo de 2016

Concurso: Personaje para videojuego - Gametopia

¡Hola! Hace unos días participé en un concurso en el que se exigía escribir un personaje para un videojuego en el que premiase la jugabilidad. Aún no se sabe el ganador, pero por el simple placer de crear algo ya estoy satisfecho de momento y lo subo por aquí para compartirlo.

Vivían en tipis hasta que los hombres blancos llegaron. MARA sentía una profunda oscuridad en su interior con aquello que estaba ocurriendo fuera. Violencia, pólvora, fuego, gritos; su clan necesitaba algo que les salvase de aquellos salvajes civilizadores.

Cerró los ojos, completando la simbiosis de pintura tribal con la que había preparado su rostro, y sujetó fuertemente su puñal. El que nunca había necesitado usar hasta ahora. “Perdón” dijo en voz alta. Y se deshizo en las sombras. Un par de hombres forcejeaban con una joven piel roja que gritaba desesperádamente auxilio a sus camaradas que luchaban por sus vidas contra el resto de la redada blanca. MARA se deslizaba entre las tiendas, la violencia, el odio, la rabia, su instinto de supervivencia la inundaban. Lloraba ante tales emociones, lágrimas negras. Pero no se detuvo. Hombres empezaron a verla saltar de un lado a otro, disparaban a la sombra danzante y para cuando las balas la alcanzaban, MARA ya se había perdido. Ella le vio primero, enmudeció. Ellos estaban de espaldas. MARA se descubrió a la luz de las llamas de lo que antes era su aldea y sentía como ardía por dentro tanto como ésta. “Perdón”, repitió, y clavó en los riñones aquel puñal al hombre más lejano, permitiendo que el otro viese la sangría. Sintió la sorpresa del segundo en su espalda. Y una sonrisa macabra surgió de su cara entre la lluvia de lágrimas que su rostro aguantaba. Sintió el miedo de aquél hombre a la vez que la sangre del primero le acariciaba la piel salpicada por la puñalada.

MARA sacó el puñal lentamente y se giró para mirar al cobarde. Soltó a la joven, y empezó a gritar en una lengua que MARA no entendía. Sus pinturas se habían mezclado, y en su cara sólo se mostraba el horror que estaba a punto de provocar. La joven huyó, MARA dejó de pedir perdón y la sombra de su ser la consumió. El segundo hombre se descompuso tras varios piquetitos enfurecidos de MARA. Reía alocadamente. Si su clan estaba destruido, todos acabarían como él.

Nota: Pink Floyd para escribir, cremita. Bueno, y para todo.

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